PATRICIA MONTANÉ LEPELEY: las primarias

Soy periodista, egresada de la Universidad de Chile y junto con ser una profesional formada en las aulas de la insigne casa de Bello, creo llevar la profesión en los genes, no en vano, soy nieta de quien fuera por más de cuarenta años director de el diario El Mercurio de Valparaíso, Joaquín Lepeley.

Mis primeras incursiones periodísticas las hice en el medio mencionado, cuando mi abuelo ya había partido al más allá hacía varios años. Sin embargo, su legado de ser un hombre de principios inclaudicables, de una gran ética, de apego a la verdad ante cualquier otro interés y su gran lealtad con los lectores, le trajo consigo el gran cariño y admiración de sus colegas y la gente en general, cuya cosecha me correspondió hacerla a mi, así que puedo decir que entré con el pie derecho a la profesión que desde pequeña supe que iba a ser parte importante de mi vida.

Luego me dediqué al periodismo institucional y a la docencia, la que ejercí durante 15 años en diversas universidades de Santiago y Viña del Mar, mi ciudad natal. Me especialicé en Teoría de la comunicación y comunicación estratégica, llegando a ser directora de la carrera de Relaciones Públicas del DUOC -UC.

Encontrándome en medio de mi vida docente, me tomé un año sabático y me vine a Tongoy. Estando allí me contacté con el diario El Día, e inicié mi incursión en el periodismo político, el que continué desempeñando para ese medio, no solo en La Serena, sino en Santiago y el Congreso, por tres años en calidad de corresponsal.

En 2003, dicho medio de comunicación escrita me pidió venirme a radicar a la región, para ocupar el cargo de subeditora política y así lo hice. Me caractericé siempre por decir la verdad, ser frontal, respetando siempre el derecho de la ciudadanía a estar bien informada, aún cuando el costo de ello fuera bastante alto. Sin duda, que es más conveniente callar, omitir, o simplemente bajar completamente el perfil de los hechos, sobretodo si el protagonista es un avisador o ligado de alguna manera a la dirección de un medio.

Con este blog, pretendo volver a mis trincheras y abrir un espacio de total independencia para opinar, comentar, denunciar y relatar los hechos tal cual son. Mi único compromiso es con la gente, la verdad y la libertad.

COLUMNA DE OPINIÓN

KARLA FERREIRA

DEPREDACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS: HOY ES EL MOMENTO DE CAMBIAR.

Y es que los ecosistemas naturales del mundo están siendo depredados a tasas si precedentes en la historia de la humanidad. El diagnóstico del Living Planet se basa en dos indicadores sobre el bienestar planetario: la biodiversidad y la huella ecológica. Respecto al estado de la biodiversidad, el estudio concluye que se han extinguido un 35% de las especies terrestres, un 33% de las especies de agua dulce y un 32% de las especies marinas. Respecto a la huella ecológica, ésta se ha cuadruplicado do entre 1961 y el 2012. Nuestra huella ecológica excede la biocapacidad de la tierra en un 30% (4,2% más que la última medición llevada a cabo en el año 2010. La huella del dióxido de carbono emanado del uso de combustibles fósiles es la que más rápido ha crecido (más de 15 veces desde 1961 a 2010).

¿Y que están haciendo los países para detener esta escalada a la autodestrucción? El problema es que muchos gobiernos no se lo toman en serio, como el de Chile, que sigue aprobando termoeléctricas o hidroeléctricas con enorme impacto para el medioambiente, entre otras acciones contraproducentes..

Hoy y no mañana es el tiempo de adoptar decisiones vitales; cambiar nuestra forma de vida para reducir nuestro impacto en el mundo natural, claro que no es fácil, por el tipo de sociedades que hemos construido, eso es lo que debemos transformar para una vida sostenible para nosotros y las futuras generaciones, si queremos seguir viviendo en este planeta

COLUMNA DE OPINIÓN

Cementerio de elefantes

Las municipalidades son las reparticiones donde más irregularidades ha detectado la Contraloría General de la República, un problema de falta de probidad que se da sin distingo de colores políticos y hay casos que por sus características y cuantía de los recursos defraudados, es decir destinado a otros fines del ítem asignado, han tenido relevancia nacional.

La región no escapa, lamentablemente, a este escenario pleno de cuestionamientos, pero, al margen de ello, en el resultado de las investigaciones realizadas por el organismo contralor, queda en evidencia que hay falta de acuciosidad en los concejales en relación al papel fiscalizador que le corresponde y, para ello, se precisan cambios urgentes en la legislación para que tengan mayores atribuciones y no se transformen en meros observadores de una gestión edilicia.

No obstante, al margen de situaciones puntuales, como las señaladas, hay otros hechos que obligan a una reflexión y a la adopción de normas que permitan restringir la incorporación de funcionarios a contrata que son incorporados en los municipios “por orden de partido” y que corresponden a caso donde la persona ha perdido elecciones o se debe “pagar un favor”, muchas veces con abultados sueldos y con trabajos que no se justifican, en especial aquellos de “asesores”, pero que, en la práctica, son verdaderos operadores políticos.

Para los gobiernos comunales los presupuestos siempre son limitados pero existen municipios donde un elevado porcentaje de esos recursos están destinados a esos pagos.

Hay varios alcaldes cuestionados por este tipos de situaciones que demuestran que hay una mala fe y una irresponsabilidad en la cautela de bienes públicos, aunque sean organismos autónomos y, por ello, con mayor razón, debe existir una fiscalización más estricta. Se requiere que también Contraloría cuente con facultades más amplias para sancionar acciones ilegales, única manera de lograr que nada empañe lo que debe ser un trabajo eficiente y transparente ante la ciudadanía, la que, lamentablemente, tiene mala memoria y muy pronto se olvida de las graves consecuencias que acarrean actitudes atentatorias al bien común. Eso es lo que debe revertirse y para ello se cuenta con la gran arma que es el voto en cada proceso eleccionario

Escorpión.

COLUMNA DE OPINIÓN

El dedo en la llaga

Las primarias de los partidos de la Concertación en 8 comunas de la región, con miras a las próximas elecciones municipales, ha puesto en evidencia ante los ojos de la ciudadanía, en especial en el caso de La Serena y Coquimbo, las profundas diferencias que existen entre estas colectividades y, por supuesto, las de sus dirigentes.

Las divergencias crecieron a partir de la entrega del último gobierno, con la presidenta Bachelet, y mutuas recriminaciones por la derrota sufrida en las urnas y que permitió que, luego de varias décadas, la derecha asumiera el poder, heridas que no han cicatrizado.

Lo que debiera ser un conglomerado conexo se muestra como una verdadera “olla de grillos” con confrontaciones verbales que trascienden a la opinión pública y sin una orientación que facilite recuperar el escenario político perdido porque se buscan protagonismos personales o utilizando artilugios para dejar aspirantes en el camino, como ocurrió con la Democracia Cristiana en Coquimbo donde por un tecnicismo fue bajada la candidatura de un postulante al sillón edilicio, restando credibilidad a la tan mal utilizada palabra democracia y olvidando que por una situación similar hace algunos años el presidente de este colectividad, Ricardo Hormázabal debió hacer lobby con los restantes partidos para cambiar la ley, en contadas horas, como consecuencia de una mala inscripción de sus candidatos.

¿Será por esto que los políticos conforman un segmentodesprestigiado y poco creíble? La respuesta la dan las encuestas, lo que reconocen los propios actores que han formulado, como muchas otras promesas, disposición a revertir esta realidad, pero sin que se sume la acción a la palabra.

En las próximas elecciones municipales de octubre comienza a aplicarse la nueva ley cívica y ella será determinante para conocer en que medida, con la incorporación de un importante número de jóvenes en virtud de la inscripción automática y el voto voluntario, hay un pronunciamiento ciudadano favorable o negativo. En esos resultados hay que poner atención, pero si más adelante se profundizan estas posiciones adversas, como ocurre tradicionalmente en ese período, es muy poco lo que puede esperarse.

Lo que se necesita no es un cambio cosmético de los protagonistas o candidatos sino que, realmente, haya una mayor expresión de los jóvenes, de nuevos rostros, que, en definitiva contribuyan a realizar profundos cambios en la política, donde no todo es negativo cuando se privilegia el bien común, como debe ser.

Escorpión.

PATRICIA MONTANÉ LEPELEY

martes, 2 de julio de 2013

las primarias

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