El presidente Piñera cuando tras el rescate de los mineros, se paseaba por el mundo, orgulloso mostrando el papelito que decía que los "33 estamos bien", mientras su esposa le tironeaba la chaqueta, en señal que ya era demasiado, él cual pavo real, se jactó que ese notable e histórico hecho se emarcaba dentro de lo que denominó "chilean way".
Lamentablemente esa frase para el bronce se ha ido desvirtuando y adquiriendo su real significado, que es hacer las cosas a medias, la falta de prolijidad y de ejemplos está lleno. En menos de medio año fui víctima de algunos insólitos "Chilean Way".
Le corresponde el turno a Pullman Bus. Durante cuatro meses, viajé todas las semanas a Valparaíso y Santiago. Usé la línea de buses mencionada, la mayoría de las veces, y como lo hacía de noche, compraba un boleto salón cama, para llegar algo más despejada. Pero una de las tantas veces, me encuentro con la sorpresa que en el asiento del lado, había una señora con una niña de cerca de cinco años, lo que en un asiento de 50 cm. de ancho, hace imposible que dos personas estén sentadas. Le advierto al chófer y auxiliar y me responden que la ley dice que se debe llevar gratis a niños hasta de siete años. De nada sirvió el decirle que estaba equivocado. Resultado: la señora se puso a la niña sobre su pecho, se quedó dormida y la pequeña se me cayó encima casi toda la noche. Reclamé ante el Sernac y Pullman Bus, jamás respondió, lo que concordó con lo que me dijo el auxiliar, que la empresa nunca había respondido y me apostó que esta vez no lo haría. Y así fue. Chilean way.
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